Al Norte de la localidad de Cariño (A Coruña) se encuentra la punta más septentrional del Cabo Ortegal donde se sitúa un Faro que lleva el mismo nombre y desde el que podemos observar una de las formaciones geológicas más espectaculares y únicas en el mundo: Os Aguillóns.
El faro lleva en funcionamiento desde 1983, guiando desde entonces a barcos y marineros en su paso por el cabo.
Este lugar es mágico por otro motivo: en este punto es donde las aguas del mar Cantábrico de un verde esmeralda, se unen con las de Atlántico, de un azul cobalto. No sólo el color del mar diferencia ambos lados, a pesar de que no hay un límite geográfico, cuando te alejas hacia el oeste y sales de su abrigo da la impresión de toparse con mar abierto, los vientos son más fuertes y la mar más bravía. Los marineros locales dicen que “aquí comienza la verdadera mar gallega” y no se engañan.
Una vez hemos situado el cabo, tenemos que hablar casi de forma obligatoria de su composición, de las rocas que lo forman y que lo convierten en singular, no sólo por el paisaje sino desde el punto de vista geológico.
Estamos en un territorio incluido dentro de la figura de protección ZEPVN (zona especial protrección valores naturales) de la Costa Ártabra y dentro del proyecto Geoparque Cabo Ortegal, en vías de desarrollo.
Es la terminación del afloramiento más grande del mundo de rocas eclogíticas de tipo B, que responden a unas rocas metamórficas originadas en condiciones de muy alta presión y temperatura durante la colisión Varisca, pasando por un proceso de metamorfismo para después aflorar a la superficie. Dicho metamorfismo tiene una antigüedad aproximada de unos 390 millones de años, lo que las convierten según geólogos expertos en las cuartas más viejas del planeta.
Desde el faro, hay una vista completa de la estructura de las eclogitas y su relación con las rocas de alto grado metamórfico en las que se intercalan: granulitas de la Formación Bacariza y rocas ultrabásicas hacia el oeste y gneises cuarzo-feldespáticos de la Formación Cariño por el Este, en el Peiral (Cala) do Campo o do Mallorquín. Estos últimos son paragneises y esquistos derivados de una secuencia turbidítica. El Peiral do Campo es otra de las localidades donde se puede apreciar la charnela del pliegue recumbente que condiciona toda la estructura final del Complejo de Cabo Ortegal. Todos estos afloramientos les permiten hacer a los expertos una explicación razonada del origen tectónico de los Complejos Alóctonos de la Zona de Galicia.
Es imposible viajar hasta este punto y no emocionarte cuando ves por primera vez a Os Aguillóns, emergiendo del mar, estáticos, impasibles, majestuosos, tras miles de años resistiendo a la bravura del mar. Esta experiencia será una de las que guardes en tu mochila de recuerdos de vida.
El Cabo Ortegal se sitúa en la provincia de A Coruña, en las conocidas como Rías Altas y dentro del municipio de Cariño. Forma parte del litoral de la costa Ártabra y junto con el Macizo de Herbeira conforman una de las panorámicas más bellas de toda la costa europea. Además, da nombre al proyecto de geoparque de Cabo Ortegal, que busca la declaración de la UNESCO de este territorio gracias a su singular geología.
Existen varias formas y posibilidades de llegar hasta el cabo, pero lo primero que hemos de hacer es llegar hasta el pueblo de Cariño y desde allí nos dirigiremos a nuestro destino. De todas formas, la mejor opción de viajar y conocer esta parte de Galicia es hacerlo con vehículo propio, eso te dará libertad de movimiento y horaria. ¿Cómo lo haremos?
Si viajamos en coche:
Existe la posibilidad de llegar en tren hasta Cariño desde Ferrol o Asturias y País Vasco con el ferrocarril de vía estrecha (FEVE) llamado también tren de la costa. Tendremos que apearnos en Ponte de Mera y allí alquilar un coche, coger un autobús o contratar un taxi que nos lleve hasta Cariño. La otra posibilidad es llegar en avión hasta alguno de los tres aeropuertos de Galicia y desde ellos llegar hasta Cariño, con alguno de los métodos de transporte anteriormente citados.
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